viernes, 4 de abril de 2008

Niño que mira


El niño mira.
Como un panóptico mira. El niño.

Tiene un campo visual de ciento ochenta grados. A veces más. Y mira. El niño mira con la nuca, con el pelo grueso y rebelde. Mira con el cuello, con la clavícula, con el estómago.
El niño mira con el estómago.
Está parado en una esquina del mundo y mira.
Hay una especie de guerra absurda. Alguien habla a multitudes y se la ve contrariada. Airada. Feroz. Decenas de miles de una punta a la otra punta sitian las ciudades como para el ataque final. Y el niño mira. La cabeza hacia un lado. Hacia el otro. Cortan las rutas y gritan consignas y se dicen bravos y cojonudos. Y que quieren que se caiga éste y ésta y que muera aquel. Y que al otro habría que.
El niño mira con los muslos. Mira con los dedos. Mira con la panza.
Mira con la panza.
Como un panóptico mira.
Y ve correr ríos de leche arrojada en los caminos. Y ve diezmiles y cienmiles de pollitos amarillos y pequeños ahogados en grandes fuentes con grandes manos que les empujan las cabezas dentro del agua. Y ve una camionada de imbéciles que tiran millones de naranjas en la ruta. Y ve cómo los duraznos llegan podridos y las peras hechas agua y los morrones con bichos y las lechugas negras y con gusano. Y ve que una camarilla de canallas tira la comida que podía comer él y sus hermanos y sus vecinos. Y él mira y ve mira y ve mira y ve.
El niño mira.
Y le viene una náusea. Tan grande tan grande. Que ya no tiene hambre.
Entonces cierra la ventana.
Y se aprieta a los tobillos de su madre.

5 comentarios:

Jobove - Reus dijo...

la mirada clara y limpia de un niño siempre, siempre la estropea un adulto

saludos

Anónimo dijo...

cuida bien al niño,
si existe un futuro.

haz, cuando el niño te vea una mueca y recibe amor.

tu ombligo.

hoy.ayer
y mañana.

Didgnidad.


mira como con sus pequeños soldados agita mas que cualquier palabra.

es.

somos y fuimos

yo . el niño

un mensaje de cariño como regalo de un lindo día.

miércoles

Se hace lo que se puede.


Un abrazo.
Diego.

Anónimo dijo...

Había una vez
...

Anónimo dijo...

Duele ese niño Silvana. A mi se me amarró su dolor a los tobillos. Qué bien cuentas. Y qué tristeza ver la existencia de tantos y tantos niños que ve lo que ve el tuyo a diario. Un abrazo fuerte para ti.Erato

AROAMD dijo...

dónde estááaaaaaaaaaaaaas?